VANITAS (III)


Frederick Sandys
Vivien (1863)
Manchester Art Gallery, Manchester
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El tratamiento de la VANITAS en la femme fatal como arquetipo femenino de la mujer seductora y destructiva cobró especial significación para los Prerrafaelistas, como es el caso de Sandys, que se nutrió de numerosos ejemplos de la mitología, la literatura artúrica y la novela gótica. Vivien es uno de los múltiples rostros que recibe Nimue, la mujer que logró encerrar a Merlín y que en la fuente más antigua del relato artúrico tiene el nombre de Vivien o Vivianne. Merlín, siendo ya un hombre de mediana edad, se enamora perdidamente de una damisela del lago que rechaza una y otra vez sus embates. Sin embargo, acepta acompañarlo en un largo viaje por Cornualles y Bretaña y aprende durante la travesía numerosos secretos, hechizos y conjuros. Vivien empleará uno de estos saberes adquiridos contra Merlín, encerrándolo en una mágica celda de la que brotaron diversas versiones: una cueva o gruta recóndita, una cripta, una cárcel de hielo o un árbol del bosque encantado de Broceliande. Por lo tanto, Vivien representa a la bruja seductora, arquetipo de la mujer terrible aunque sabia, al igual que la Medea que el mismo Sandys pintara también.
En el lienzo, tenemos una Vivien con el cuerpo frontal y la cabeza de perfil, vestida con ricas telas y adornada con perlas y brocados. El collar, posiblemente de coral, ratifica su asociación con las aguas (por su naturaleza) y con el árbol (por su forma), lo que alude al enclaustramiento de Merlín, pero también se asocia con el dolor y con la sangre (por su color). Está rodeada por una aureola de plumas de pavo real que simbolizan la soberbia, la presunción y la lujuria, aunque, paradójicamente, desde una larga tradición, esta ave represneta la sabiduría, por los múltiples "ojos" de su cola. Una rosa caída y marchita sugiere la fugacidad, la caducidad y lo engañoso de la belleza. El torvisco (Daphne gnidium) que sostiene con la mano es una planta con propiedades venenosas, utilizada como amuleto para repeler los malos espíritus. La tentación y la seducción quedan simbolizadas por la manzana, recordándonos quizá a la Venus Verticordia (1868) de Rossetti. La retratada, Keomi, gitana de Nortfolk, era la modelo y la amante de Sandys.
La temática de la seducción de Merlín por Nimue-Vivien fue tratada también por Burne-Jones en Merlín y Nimue (1884) y en La seducción de Merlín (1874-1876).