LITERARIAS (I)


Dante Gabriel Rossetti
Pia de' Tolomei (1868-1880)
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Spenser Museum of Art, Kansas

Pía de Tolomei es un personaje que aparece en el canto V del Purgatorio de la Divina Comedia de Dante, en la zona dedicada a los muertos por violencia. Recluida en una fortaleza por su posesivo esposo, Nello Della Pietra, se trata de un personaje cargado de misterio y delicadeza, por la discreción con que relata su vida a Dante y la ausencia de rencor con que rememora sus trágicas experiencias: "Acuérdate de mí, que soy la Pía. / Siena me vio nacer, y me dio muerte / con sus aires malsanos la marisma. / Sabe mi historia aquel que, al desposarme, / puso, amante, en mi dedo su sortija." Pía era la única heredera de los Tolomei, la familia más noble, rica y próspera de Siena y fue desposada por Nello Della Pietra, quien vivió envenenado por unos incesantes e infundados celos que lo llevaron a encerrar a su esposa en una torre en la marisma de Volterre. Además, la castigó con su silencio y desdén, esperando que los vapores pestilentes del pantano comenzaran a hacer mella en su salud y en su ánimo. Pía no tardó en marchitarse hasta morir finalmente en aquel horrible lugar. Poco se sabe de los motivos de su muerte.: unos creen que el marido aceleró su final con un puñal o arrojándola por la ventana, otros creen que utilizó algún tipo de veneno.
En el lienzo de Rossetti, Pía, con mirada lánguida, acaricia su anillo de bodas. Sobre la fría y dura piedra, reclina su blando, marchito y palidísimo cuerpo. La melancolía y el abatimiento quedan expresados por la forzada inclinación de la cabeza. Éstá rodeada por hojas de hiedra, símbolo de fidelidad pero también de muerte. Sus largas manos y su luengo cuello subrayan la sensación de decaimiento. El tañido de la campana al fondo y el reloj de sol remiten al paso del tiempo y constituyen un augurio de muerte. Un rosario de negro, como los grajos en bandada, y el misal abierto sugieren, por un lado, su sombre, Pía, pero, por otro, la esperanza baldía. Las cartas del marido de cuando él aún la amaba simbolizan el abandonado amor. El significado global es evidente: el paso del amor, del tiempo, de la vida, de la belleza. Pía de Tolomei sería, también una cautiva, una prisionera.
La modelo es, de nuevo, Jane Morris, de manera que este cuadro subraya las mismas connotaciones que la Proserpina (1874) de Rossetti, para el cual también posó.